UNA BODA DE INVIERNO: ANDREA Y FER

¿Os pasa que teneis una asignatura pendiente en vuestra vida? Eso que cada mes de enero te dices a tí misma que de ese año no pasa, que ha llegado el momento, que ya no puedes aplazarlo más… Pues nuestra asignatura pendiente (la de Marta y la mía), es aprender inglés. Los deseos y la necesidad se agudizan cuando hacemos un viaje ¡Te sientes tan perdida cuando no te puedes comunicar como te gustaría! En uno de esos «brotes», hablamos con Andrea para que nos diera clases, pues es profesora de inglés y, desde entonces, es nuestra teacher

Me imagino que ella nos recordará como unas alumnas horribles, pero nosotras guardamos en nuestra memoria aquellos días con un inmenso cariño. No tengo ni idea de cuánto inglés aprendimos, no mucho, me imagino, pero lo que no voy a olvidar es todo lo que nos reiamos. Y es que Andrea es una persona tan natural, tan auténtica, tan ocurrente, que aquella hora con ella era una auténtica fiesta.

Cuando nos dijo que se casaba, sabíamos que seríamos su floristería. Además…¡nos encantan las bodas de invierno!

Le hicimos el tocado para el pelo: una diadema con flores secas y preservadas y unos pequeños ramilletes para dispersar por el precioso recogido que le hizo Cristina de @plato.aviles. Estaba divina maquillada por Raquel @raquelfdez.makeup de Bobby Brown.

El vestido, precioso, y que encajaba perfecto con su estilo era el modelo Mimosa de Pronovias. Los zapatos, realizados a medida en Lomas @lomashoes , unos artesanos zapateros de Guadalajara, fueron los que pusieron la nota de color al look

El novio, Fer, sólo hizo una petición: que su prendido fuera pequeño. Eso sí, lo repitió varias veces, jaja… Y se lo hicimos lo más pequeño que pudimos, como siempre hacemos, con elementos que llevaba el ramo de novia.

Para las alianzas y las arras preparamos unas cajitas de cristal rellenas de pétalos y hojas secas.

El ramo de novia lo hicimos con un estilo silvestre, fresco, respetando los colores invernales, que tanto nos gustan y que fueron una continuidad en toda la decoración de la boda. Cuando hablamos con Andrea sobre su ramo, le encantó la idea de que incluyéramos en él cardo, pues es la la flor nacional de Escocia, país con el que tiene unos vínculos muy especiales. Para el atado del puño buscamos un lazo de terciopelo que fuera lo más parecido posible a sus zapatos

Así de radiante llegaba Andrea a la iglesia de Ntra Sra del Carmen de Salinas que fue donde se celebró la ceremonia. También adornamos el coche que la llevó hasta allí con unos ramilletes silvestres rematados con unos lazos rústicos

La entrada a la iglesia me parece un momento mágico, el más de toda la boda. La cara de amor del novio cuando ve aparcer a la novia, la expectación de los invitados y ella, la novia, entre los dos hombres, seguramente, más importantes de su vida: uno a su lado y otro enfrente.

En el pasillo pusimos alfombra beige, muy discreta y que se integra muy bien con los colores de esta iglesia. En los bancos colocamos unos centritos con paniculata y el altar lo decoramos con muchos verdes, hortensias con unos colores granates degradados preciosos y flores silvestres en tonos ácidos para dar luz y calidez. También incluímos varias composiciones de plantas delante y a los lados del altar. Para la entrada preparamos un semiarco en la berja donde combinamos distintos verdes y plantas, sobre todo, helechos.

También colocamos cestas con cucuruchos a la entrada para que no faltara la lluvia de pétalos a la salida de los novios.

La comida fue en el Real Balneario @realbalneario, un lugar con un encanto especial por su ubicación (casi dentro de la playa), su esmerado servicio y su excelente comida

Allí decoramos las mesas donde mezclamos las flores con velas. La luz de las velas crea una atmósfera muy especial, así que siempre que es posible, la incluímos. También adornamos la entrada del restaurante y preparamos un seatting muy bonito para que todos encontraran rapidamente su mesa