Foto de Gloria y Marta

Y 15 años no es nada…

La idea del tiempo es caprichosa.

A casi todos nos pasa que cuando echamos la mirada atrás para recordar un periodo de tiempo vivido, nos vemos divididos entre dos sensaciones:

La de la rapidez del tiempo pasado. ¡No me puedo creer que llevemos quince años ya!

Y la intensidad con la que hemos vivido el mismo, que nos produce esa sensación de que quince años es muy poco tiempo para incluir todas las cosas que hemos hecho.

Recuerdo como si fuera ahora mismo el día que abrimos la puerta de nuestra floristería, con unos nervios increíbles de pensar si alguien entraría. También conservo en la retina esa primera clienta por la que, aún hoy, sentimos un enorme sentimiento de agradecimiento.

Cuando pienso en los días previos a la apertura, nos veo trabajando duramente: limpiando, colgando estanterías, colocando mercancía, aprendiendo a manejar la caja registradora, asegurándonos de que teníamos todo lo necesario para envolver y empaquetar…

Sólo con pensar la ilusión que teníamos, el cuidado de todos los detalles que revisábamos una y otra vez, el optimismo con el que nos enfrentábamos a ese mundo nuevo y el amor que, desde el primer día, dejamos en cada cosa que hacíamos, aún me emociono.

Hoy, a medio camino entre los quince y los dieciséis años, puedo decir que ese amor por nuestro trabajo y esa ilusión por hacer las cosas bien sigue intacto. Y, como la experiencia es un enorme plus en todo, creo que somos mejores.

Hemos hecho miles de ramos, cuidado y vendido miles de plantas, hemos participado en miles de eventos: bodas, inauguraciones, presentaciones, fiestas, clausuras, actos de diversa índole… Siempre aportando la parte más hermosa del evento.

Hemos sido testigos y participado, aunque sólo haya sido emocionalmente, de los mejores y los peores momentos de nuestros clientes. Nos hemos alegrado con ellos de las cosas buenas y también hemos llorado muchas con sus situaciones difíciles. Y, sinceramente, creo que eso es lo que nos ha hecho mejores personas y mejores profesionales.

Así que no puedo más que mostrar el enorme agradecimiento que las dos sentimos por tener un trabajo tan maravilloso y por contar con unos clientes que nos hacen crecer cada día.

¡GRACIAS!

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