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8 de Marzo

Aunque se que a muchos de vosotros os horrorizan los dias de …¡a mi me encantan! Al margen de la parte comercial que les podamos ver, creo que no nos viene nada mal que, de vez en cuando, nos paremos a pensar de una forma especial en alguien: padre, madre, novio, niños, abuelos, padrinos, mujeres, hombres…¡Todos los que nos rodean se merecen alguna atención especial!

Y, por ser mañana el día de la mujer, me he puesto a pensar en las mujeres de mi vida y, me he dado cuenta, de que son…¡muchísimas! Unas más importantes y decisivas en mi vida que otras, evidentemente, pero de todas, puedo decir que he aprendido algo.

¡Mujeres tan diferentes, con vidas tan distintas, con pensamientos tan opuestos, con sentimientos encontrados. Mujeres de distintas edades, diferentes situaciones laborales, diversas creencias e ideologías!

Y cada una de ellas ha estado ahí en el momento justo ayudándome a andar el camino. El amor incondicional de mi madre, la compañía permanente de mis hermanas-amigas del alma, los abrazos sanadores con mi hija, los paseos con esa amiga que te rescata en el peor momento, tantas y tantas horas con mis maravillosas compañeras de trabajo; momentos de vinos, de charlas, de risas, de llantos, de confesiones, de oraciones…Creo que no ha habido un sólo día de mi vida en el que una mujer no estuviera a mi lado.

Y me ha dado por pensar si en toda esa diversidad habría algo en común y me vino a la cabeza en un plis… Todas tienen en común la coherencia en sus vidas. Son lo que son. Mujeres reales que no están dentro de ningún estereotipo. Porque las mujeres antes que nada, somos personas: únicas, especiales, diferentes, todas y cada una. Y no tenemos porqué ser lo que «alguien» espera de nosotras. Cada una seremos lo que podamos y queramos. Y unas seremos luchadoras y otras no lo seremos, y unas seremos fuertes y otras seremos débiles o las dos cosas al mismo tiempo, y unas querremos subir hasta la cima y otras seremos más felices en mitad del camino y unas querremos tener muchos hijos y otras no querremos ninguno, y cada una tendremos unas creencias, una filosofía de vida, unos valores, unos sueños…no por ser mujeres, por ser personas.

Y por ser mujer lo que espero es que me permitan hablar y que no hablen por mi, que me dejen escoger mi bandera y que nadie me imponga la suya, que pueda ejercer mi derecho a la maternidad, porque hay unas leyes que me amparan y me protegen tanto y tan bien y me quieren tanto por ser mujer que jamás va a peligrar mi puesto de trabajo ni mi actividad profesional por ese motivo.

Y lo que más deseo en este día de la mujer es seguir haciendo camino con muchas maravillosas mujeres con el mismo respeto y admiración que tengo por todas ellas

¡FELIZ DIA!

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